Consejos para el uso postoperatorio del inmovilizador de hombro

Son muchas las razones médicas por las que podrían requerir un inmovilizador de hombro, desde una lesión anatómica menor, resultado de una caída o accidente durante el entrenamiento deportivo, hasta daños mayores en la articulación que harían meritoria una cirugía. En el caso de las lesiones, hablamos de una pérdida de contacto completo entre las superficies articulares del hombro y suele presentarse con mayor frecuencia en hombres entre los 15 y 40 años, debido al esfuerzo físico y la complexión que tengan.

Cuando el hueso queda desencajado del resto de la articulación, sin volver a su posición natural, se produce un fenómeno conocido como luxación y, en algunos casos comunes, están también la clavícula y el codo. Dicha dislocación requiere atención médica inmediata para proceder con la inmovilización del hombro, lo que puede lograrse mediante el uso de un cabestrillo.

Sin embargo, también pueden llevar un inmovilizador por otras razones, como un traumatismo, procesos inflamatorios del tejido muscular o por cirugía del hombro. Lo que hace esta herramienta médica de apoyo es sostener el brazo después de una intervención quirúrgica o, como ya hemos mencionado antes, tras una lesión.

En caso de una lesión, una vez que esta sea atendida por un especialista y asegurada, el músculo y el hueso podrán fijarse mejor a los tejidos y fibras que los sostienen. Los síntomas del traumatismo pueden ser variados y dependen del estado de la herida, así como de su gravedad, por lo que será necesario emplear un cabestrillo, precio que pueden consultar a través de nuestros canales digitales.

La finalidad del inmovilizador no es otra que proveer a la articulación un reposo absoluto, lo que favorecerá el proceso de reintegración del hueso por sí mismo para que ocurra una cicatrización natural.

Uso del hombro tras una cirugía

En caso de que una intervención quirúrgica haya sido necesaria, ya sea por traumatismos o enfermedades relacionadas con el sistema musculoesquelético, el cirujano habrá procedido a extirpar el tejido dañado, lo que significa que tendrán que tomar las medidas de rigor para acelerar su recuperación. Algunos pacientes solo necesitan usar el inmovilizador de hombro por un corto período, mientras que otros lo llevan durante varias semanas.

El tiempo de uso, por lo tanto, puede variar de acuerdo con su estado de salud y las consideraciones del parte médico. Independientemente de ello, mantener en reposo la articulación afectada es importante, aunque siempre puede suponer un reto. Por esta razón, hoy les ofrecemos algunos consejos para que se sientan más cómodos:

¿Qué esperar en el hogar?

Ustedes necesitarán usar un cabestrillo al salir del hospital o mantenerlo si se lo han colocado en consulta médica. En caso de una cirugía, un inmovilizador de hombro suele ser ideal para evitar que la articulación se desplace nuevamente y el tiempo de uso dependerá de la intervención quirúrgica a la que hayan sido sometidos. Estos aspectos del proceso postoperatorio son importantes que los consulten con su especialista a cargo.

Sigan las instrucciones de su médico

Tras la operación, el cirujano les dará un listado de recomendaciones específicas para usar o adquirir el cabestrillo. Este y otros productos, como rodilleras ortopédicas, por ejemplo, pueden encontrarlos al explorar nuestro amplio catálogo de productos. Si no tuvieron una cirugía, probablemente lleven el inmovilizador hasta la cita de control, pautada por su especialista. Por lo general, su uso disminuye de manera gradual, hasta que les sea removido por completo y recuerden que, a medida que la lesión o cirugía sana, es posible que solo necesiten el inmovilizador durante los primeros días, con el fin de acostumbrarse a no mover el hombro, o por las noches, según sea su caso.

Usen correctamente su inmovilizador

La correa del cabestrillo debe ir bien ajustada, desde el codo del brazo lesionado o intervenido quirúrgicamente, a través de su espalda y hasta el hombro opuesto, pasando por el pecho y la muñeca. Pueden sujetar las cintas antes de ponerlas, ajustándose a la posición más conveniente. Tengan en cuenta que su mano siempre tiene que estar por encima del nivel del codo, por lo que es aconsejable que coloque la almohadilla de la correa en un punto que les sea cómodo, cerca de su cuello.

Tengan cuidado al bañarse y vestirse

La imposibilidad de usar un brazo durante varios días e incluso semanas, puede resultar muy incómoda para la realización de ciertas actividades diarias, por lo que deben leer bien el instructivo, tener paciencia y amoldarse poco a poco al uso de este soporte de carácter médico.

No olviden que el inmovilizador de hombro les estará ayudando a que la lesión o cirugía sane más rápido, sin que el movimiento interfiera con el proceso de cicatrización. Es aconsejable que, en caso de cirugía, pidan apoyo a su pareja o a un familiar de confianza para que les ayude a lavarse, sin que tengan que usar el brazo lesionado; y también para vestirse, puesto que puede ser complicado ajustarse botones o cremalleras.

Cuidados personales con el cabestrillo

• Usen el inmovilizador todo el tiempo, a menos que el cirujano les indique lo contrario. Está bien enderezar el brazo por debajo del codo, mover la muñeca o la mano, pero traten de mover el brazo lo menos posible para evitar lesiones mayores.
• Es aconsejable que doblen el brazo solo en un ángulo recto a nivel del codo, evitando implicar la articulación del hombro. El cabestrillo o inmovilizador tiene que ajustarse de manera que sostenga la muñeca y la mano para que no se extienda.
• Si su médico lo autoriza, muevan la mano, la muñeca y los dedos al menos tres veces al día mientras estén usando el inmovilizador y empiecen a sacar el brazo cuando hayan acudido a su cita de control. Pueden dejarlo libre si no sienten dolor, pero recuerden no forzar la articulación ni intentar movimientos bruscos.

Pregunten por nuestros productos

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