Las rodilleras ortopédicas son claves en la recuperación de lesiones en la rodilla, ya que ayudan a aliviar el dolor, reducir la inflamación y brindar estabilidad a la articulación, en especial en los casos de lesiones en los ligamentos.
Una lesión de cualquier índole en la rodilla suele presentar síntomas similares, que son el dolor, la inflamación e inestabilidad al caminar. Así que mediante el uso de rodilleras ortopédicas se pueden reducir estos síntomas.
Casos más comunes
Los esguinces son las causas principales de lesiones de ligamentos, además de las lesiones en los meniscos. También puede ocurrir que en ciertas situaciones se tenga la sensación de que la rodilla se traba o cede, las cuales son molestias muy comunes.
A pesar de lo que puede creerse, estos problemas no siempre están relacionados con la práctica de deportes, los tratamientos siempre dependen de cuál haya sido la causa y los tratamientos varían dependiendo de la gravedad y la tipología, que pueden ir desde la utilización de aparatos ortopédicos hasta medicamentos y fisioterapia.
¿Por qué ocurren lesiones en las rodillas?
Por lo general las lesiones de ligamentos suceden cuando estos tejidos, que unen a los huesos, se estiran demasiado y muchas veces terminan por desgarrarse. Bien sea por una torcedura o un exceso de tracción.
En los deportistas es muy común que sucedan roturas de ligamentos, en especial para aquellos que requieran correr, saltar, cambiar de posición de manera abrupta y el contacto físico, así como el fútbol, fútbol americano, ciclismo, baloncesto, artes marciales, entre otros.
Para comprender mejor cómo se producen estas lesiones, es necesario entender que los ligamentos son fibras de colágeno que tienen forma de banda, su función es limitar el movimiento de las articulaciones con el fin de que estas no sobrepasen los límites de la anatomía y la biomecánica.
En el caso de la rodilla, su estabilidad se asegura con cuatro ligamentos: el ligamento cruzado anterior, el ligamento cruzado posterior, el lateral y el externo. La rotura más común de los ligamentos es la del cruzado anterior, la menos frecuente es la del cruzado posterior.
En ese sentido, la función del ligamento cruzado anterior es evitar que la tibia se mueva hacia adelante con respecto a la posición del fémur. Este consta de dos estructuras que se cruzan al interior de la rodilla, de ahí su nombre.
Se encarga también de unir la tibia con el fémur, brindando estabilidad durante los movimientos de extensión y flexión. Los ligamentos interno y externo por su parte impiden que la rodilla se mueva de manera excesiva hacia los lados.
Por lo general cuando se lesionan los ligamentos se debe a un cambio brusco en la dirección de la rodilla, una desaceleración repentina y hasta una contusión.
El tratamiento de estas lesiones incluye reposo absoluto, mantener la pierna elevada más allá del nivel del corazón en la medida de lo posible y utilizar rodilleras ortopédicas con el fin de brindar apoyo y compresión.
Tipos de rodillera y cómo ayudan
En primer lugar, encontramos las rodilleras de tipo flexo-extensión larga/abierta, las cuales tienen la función de comprimir, soportar y estabilizar el medio-lateral. Además, facilita el control y la amplitud para los movimientos flexo-extensivos. Es ideal para el tratamiento post quirúrgico de las rodillas. También sirve para controlar el rango articular de la rodilla.
Las rodilleras ortopédicas de rótula cerrada que tienen articulaciones policéntricas ejercen la presión necesaria en cada zona. Estas rodilleras rotulianas permiten más estabilidad durante el movimiento. La presión ejercida a la rótula se da en los tejidos blandos, mejorando de forma intermitente el metabolismo celular, favoreciendo la reabsorción de edemas, hematomas y derrames.
Por otra parte, la rodillera elástica con rótula cerrada y estabilizadores laterales brinda soporte, compresión y ajuste. Están diseñadas para los esguinces de ligamentos, tendinitis y procesos inflamatorios. Los tejidos transpirables y los estabilizadores laterales la hacen una opción muy cómoda de usar.
Por último, está la rodillera flexo-extensión larga/abierta, que está diseñada para brindar mayor elasticidad y mejor adaptación. Esta permite también controlar la amplitud de los movimientos mientras realiza compresión, soporte y brinda estabilidad.
Recomendación general
Cabe aclarar que para utilizar cualquiera de las rodilleras ortopédicas, lo mejor es que cuenten con el apoyo de un profesional, el cual les brinde información necesaria acerca de su tratamiento y les ayude a elegir la mejor opción para sus casos, ya que cada cuerpo es diferente.
También deben tener en cuenta el aseo, pues es de suma importancia mantener limpias las rodilleras, ya que estas por lo general están en contacto con la piel y, en caso contrario, pueden llegar a generar infecciones cutáneas, más aún si hay presencia de una herida abierta.
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