En las últimas décadas, la participación juvenil en el deporte ha aumentado, gran cantidad de niños y adolescentes se han animado a practicar alguna actividad competitiva por pasatiempo; pero de la misma manera, el porcentaje de menores de edad que adquieren aparatos ortopédicos debido a lesiones deportivas ha sufrido un crecimiento exponencial, lo cual preocupa a muchos padres que ven cómo los pequeños se enfrentan a dolores insoportables e inmovilización de una de sus extremidades.
En el deporte es completamente normal que existan lesiones provocadas por la actividad, es frecuente que se lesionen en caídas, golpes, torceduras, entre otros problemas que obligan a usar artículos ortopédicos por un tiempo, con el fin de corregir los daños en el sistema musculoesquelético; estos accidentes son frecuentes y no pasan de un par de días, pero el inconveniente se agrava en el momento en el que ocurre debido al sobreesfuerzo.
Usar de manera excesiva una articulación sin el debido control o calentamiento repercute en daños en las diferentes extremidades en el organismo; algunas de las enfermedades comunes en deportistas que se esfuerzan demás son:
- Fracturas por estrés.
- Lesiones del manguito rotador.
- Roturas de ligamentos.
Entre otras que tienen en común los dolores insoportables y la pérdida de las habilidades para desarrollar la práctica deportiva debido a la inmovilización de las extremidades y el reposo que recomiendan los médicos especialistas. Así mismo, todas estas repercusiones no surgen de un punto de origen claro sino que son el resultado de una acumulación lenta y progresiva de micro lesiones en el organismo.
¿Por qué es más común las lesiones deportivas por sobreesfuerzo en jóvenes?
Presión social
Los adolescentes enfrentan un problema muy grande: la presión social, continuamente están recibiendo críticas de sus contemporáneos y bajones de autoestima respecto a su físico que los obliga a esforzarse más allá de las capacidades pensando que tienen un hábito «saludable». La mayor parte de jóvenes que practican deporte se obsesionan con ser perfectos, tener admiración o bajar de peso, transformando una rutina en una adicción.
De esta forma, el joven practicará más de lo que su cuerpo soporta, entrenará en cada rato libre, sobrepondrá el entrenamiento por encima de sus responsabilidades y se presionará física y mentalmente a dar el 100% de sus capacidades sin un solo descanso para reposar los músculos, articulaciones, tendones y huesos con el fin de «ser mejor»; aunque ello represente arriesgar su estado emocional, las interacciones sociales y el bienestar físico, obligando a utilizar los aparatos ortopédicos constantemente.
Especialización temprana
Otra de las razones para que ocurra esto es que se acostumbra a especializar a los jóvenes en un único deporte, bien sea por conveniencia geográfica, obligación social o falta de oportunidades en el entorno cercano. Esta nula variedad implica que los adolescentes usarán las articulaciones en movimientos repetitivos que desgastaron las estructuras internas de las extremidades y ocasionarán lesiones graves a futuro.
Varias organizaciones médicas especializadas en el deporte desaconsejan esta práctica y prefieren que en edades tempranas se permita experimentar muchos deportes diferentes y de esta manera potenciar todas las funcionalidades del cuerpo por separado y así generar un panorama de opciones desde los cuales el joven pueda elegir según sus preferencias; lo más recomendable es comenzar esta rutina antes de los 12 años y siempre tener el acompañamiento de una tienda ortopédica que supervise las actividades y recomiende los elementos adecuados para prevenir incidentes o tratarlos cuando fuese necesario.
Riesgos
Los problemas más recurrentes se relacionan con el desgaste temprano de ciertas zonas del cuerpo que normalmente se degeneran en épocas tardías de la vida como las articulaciones de la columna, los tendones de la muñeca o las placas relacionadas al crecimiento; esta desaparición temprana de las capacidades del organismo repercute en dolores frecuentes, debilidad de las extremidades y mayor propensión a padecer fracturas graves por contusiones que requieran diferentes aparatos ortopédicos.
Además, independientemente del deporte que practique va a experimentar debilidad general en el cuerpo incluso en el reposo; esta fatiga le dificultará concentrarse, dormir o descansar, lo que generará problemas mentales como ansiedad o estrés que conllevarán a más sobreesfuerzo físico.
Recomendaciones
Además de procurar la prevención de las causas que afectan de manera directa o indirecta al joven, se debe seguir las siguientes recomendaciones:
- Medir el esfuerzo realizado y dividirlo en etapas determinadas dentro de una rutina que no supere los cinco días.
- Es imprescindible que antes y después de cada entrenamiento se realice un calentamiento y estiramiento, respectivamente, con el fin de relajar los músculos y no generar calambres.
- Disponer a la semana un día completo de descanso físico.
- Cada año se debe tener un período vacacional de dos a tres meses al año en los que los músculos puedan adaptarse y relajarse.
Finalmente, si el joven se queja de un dolor insoportable en alguna parte del cuerpo, consulte inmediatamente con los expertos y adquiera los aparatos ortopédicos especializados en inmovilizar la zona y curar el inconveniente; para ello, busquenos en la calle 60 #705, entre 17 y 19, Frac. Jardines de Mérida, Mérida, Yucatán o escribanos al correo electrónico contacto@ortopediadepot.com